Para Amelia Ferraggina, el campo de la Musicoterapia, en la República Argentina ha tenido un papel importante, junto con otros países de la región, en el desarrollo y consolidación de la disciplina en Latinoamérica.
Las primeras prácticas comenzaron alrededor del año 1948 cuando un grupo de notables profesores de Educación Musical se interesaron en la aplicación de la Música en programas especiales para niños con discapacidad.
Estos docentes, unidos a destacados médicos interesados en las aplicaciones terapéuticas de la Música, crearon en el año 1966 la Asociación Argentina de Musicoterapia y posteriormente la Carrera Universitaria de Musicoterapia, que comenzó a dictarse en 1967 en la Universidad del Salvador.
En el año 1968 se realizaron en el país las Primeras Jornadas Latinoamericanas de Musicoterapia. En esas jornadas participaron invitados de Brasil, Perú, Chile, Uruguay y Venezuela, quienes presentaron trabajos sobre la práctica e investigaciones que significaron, en ese momento, un avance muy importante en el desarrollo de la disciplina en toda Latinoamérica.
Posteriormente, en el año 1971 se realizó en Buenos Aires el Primer Congreso Interamericano de Musicoterapia en el cual participaron los primeros graduados universitarios argentinos.
En 1976 Buenos Aires fue sede del II Congreso Mundial de Musicoterapia y en 2008 se celebró, también en Buenos Aires, el XII Congreso Mundial de Musicoterapia, bajo el lema «Música, Cultura, Sonido y Salud»; reunió a profesionales de todas partes del mundo quienes pudieron actualizar los marcos de la disciplina a través de las casi 500 presentaciones que se realizaron durante los días del Congreso. (1)
La Musicoterapia en la Actualidad
En la actualidad el musicoterapeuta está integrado activamente en los equipos y planes que promueven la protección, promoción, prevención y rehabilitación de la salud consolidando los aportes de la Musicoterapia y promoviendo el reconocimiento de su accionar.
Formación en Musicoterapia
Desde 1966 la formación en Argentina es universitaria. El título de grado de Licenciado en Musicoterapeuta requiere en estos momentos entre 4 y 5 años de estudio, incluídas las prácticas en Instituciones de Salud y Educación.
Los ámbitos de intervención son variados y pueden incluir: Escuelas, Centros de Día para personas mayores, Hospitales Neuropsiquiátricos, Hospitales Generales de Agudos, Escuelas de Educación Especial, Centros Educativo Terapéuticos para Estimulación Temprana, e Instituciones Geriátricas de Larga Estadía, entre otros.
Los programas de Formación continua y estudios de Postgrado han ido creciendo en un desarrollo sistematizado en los planes de formación. Particularmente, uno de los mayores desafíos son los problemas de presupuesto para la enseñanza y programas de Investigación.
La Práctica Profesional de la Musicoterapia
En la actualidad el musicoterapeuta está integrado activamente en los equipos y planes que promueven la protección, promoción, prevención y rehabilitación de la salud consolidando los aportes de la Musicoterapia y promoviendo el reconocimiento de su accionar.
Otro campo relevante es el de la coordinación de equipos interdisciplinarios; un nuevo rol que en la actualidad que han llegado a desempeñar docentes en algunas instituciones.
La Musicoterapia en la Comunidad
El crecimiento y afianzamiento, en los últimos años, de la aplicación de la Musicoterapia en los campos preventivos y comunitarios han producido conceptualizaciones que están sentando las bases para un cuerpo propio de conocimiento.
Existen múltiples propuestas y experiencias de bandas y grupos musicales que se han desarrollado a partir del respaldo de la comunidad, el voluntariado de docentes y algunos programas del Estado en el territorio.
Además es interesa destacar que se está construyendo una Bibliografía Nacional de la Musicoterapia gracias a la publicación de libros de musicoterapeutas que exponen los aspectos de la clínica desde distintos marcos y concepciones teóricas.
En diciembre de 2005 la cámara de diputados de la Provincia de Buenos Aires aprobó el Proyecto de ley de Ejercicio Profesional de la Musicoterapia.
En otras provincias del país también existen proyectos de leyes aprobados para el ejercicio de la Musicoterapia .
Las casas de estudio y las Asociaciones Profesionales han presentado ante las autoridades correspondientes el proyecto de Ley Nacional de Ejercicio de la Musicoterapia que significa un esfuerzo conjunto para lograr el pleno reconocimiento de la Musicoteapia en el país.
En Argentina se sancionó la Ley 27153 el 10 de junio de 2015. Promulgada el 01 de Julio de 2015.
Establece que el docente en musicoterapia
«operan como mediadores, facilitadores y organizadores de procesos saludables para las personas y su comunidad». Art. 2
«Actuan en la promoción, prevención, atención, recuperación y rehabilitación de la salud de las personas y de la comunidad a partir de las experiencias con el sonido y la música»…Art.6 inc.(a).
Beneficios de la Musicoterpia
Los beneficios de la musicoterapia en personas mayores se producen a diferentes niveles, como son:
- Cognitivo: ayuda al aprendizaje, mejora la orientación en la realidad, aumenta la capacidad de atención y concentración, y mantiene o mejora las habilidades verbales y de comunicación.
- Físico: contribuye a mantener la movilidad de las articulaciones y aumenta la fuerza del músculo. También promueve la relajación, reduce la agitación y disminuye los niveles de ansiedad. El canto refuerza el sistema inmunológico, disminuye el dolor, mejora la respiración y regula el ritmo cardiaco. Y con respecto al ritmo, escuchar música activa el área motora incluso cuando no se realizan movimientos.
- Socioemocional: aumenta la interacción y comunicación social, reduce y previene el aislamiento y mejora las habilidades sociales y la autoestima. Además, escuchar música alegre mejora el humor. (3)
La Musicoterapia y el Deterioro Cognitivo
Las personas con demencia en una fase inicial o moderada del trastorno, mantienen preservadas muchas de sus capacidades y las técnicas de musicoterapia pueden contribuir a mantener por más tiempo algunas habilidades físicas y cognitivas, entre ellas, la memoria, el lenguaje, la atención, la orientación y la coordinación de movimientos.
Además, favorece la identidad personal y la comunicación con el entorno y hace que se mantengan activos durante más tiempo y se reduzcan los trastornos conductuales, lo que beneficia la calidad de vida de los afectados y de los cuidadores.
La corteza prefrontal que se activa cuando escuchamos música, tarda en deteriorarse en personas con demencia, lo que explicaría por qué individuos en fases avanzadas reaccionan ante canciones que les son familiares. (3)
Por lo cual la música posee una área de virtud y muchas potencialidades que es indispensable tener en cuenta al momento de elegir una actividad a realizar para tener un envejecimiento activo y saludable.