El cuidado y la protección de verano
Pautas para protegerse del calor y las altas temperaturas
En la siguiente nota compartimos información socioeducativa con algunos indicadores de riesgo y recomendaciones a tener en cuenta para protegerse frente a la exposición al calor intenso y las altas temperaturas durante varios días.
Es cierto que todos deseamos hacer actividades fuera de casa en verano, pero la exposición al calor por varias horas al día y a altas temperaturas durante varios días puede ocasionar daños a la salud y hay que estar preparado, especialmente las personas que son más vulnerables, ya que pueden tener alguna capacidad reducida como:
- falta de percepción real de la temperatura,
- falsa sensación de NO tener sed,
- dificultad física para autorregular la temperatura corporal,
- alguna patología crónica
- condiciones desfavorables en su vivienda, entre otros factores.
Para esto asumimos que la información socioeducativa puede ser una oportunidad de prevención frente a los posibles efectos negativos que pueden afectar a las personas mayores que no conocen indicadores de riesgos o medidas preventivas. Para las que estan realizando una vida activa, las que poseen dependencia de otros para los cuidados básicos de la vida diaria, las que tienen dificultades importantes para la movilidad, o no cuenten con el suficiente apoyo social o vivan solas.
Resulta relevante comprender lo que dicen los especialistas cuando refieren que los mayores tienen reducida la sensación de calor y por lo tanto es menor su capacidad de protegerse ante las altas temperaturas, existiendo un paralelismo entre la disminución de la percepción de sed y la percepción del calor, especialmente en los que sufren una enfermedad neurodegenerativa.
Además, la termolisis,(capacidad de termoregulación del cuerpo para modificar la temperatura dentro de ciertos límites) de las personas mayores está reducida: numerosas glándulas sudoríparas están fibrosadas y la capacidad de vasodilatación capilar está disminuida, situación que se agrava en el caso de padecer enfermedades neurodegenerativas o diabetes. Esto significa que el cuerpo tiene reducida su capacidad de autorregular la baja de la temperatura corporal por sí mísmo.
Por todo ello no está de más aprender y reconocer algunos indicadores y recomendaciones para prevenir y reducir los efectos negativos que las altas temperaturas sobre las personas mayores, niños y enfermos crónicos, así como en las personas que trabajan o realizan esfuerzos al aire libre:
Tener en cuenta que el calor NO afecta a todas las personas por igual, algunas tienen más riesgo:
- Las personas mayores que viven solas o son dependientes.
- Personas que están enfermas, con una enfermedad cardiovascular, cerebrovascular, respiratoria, renal, neurológica, diabetes… o con medicación, etc…
- Personas con facultades mentales disminuidas.
- Niños menores de 4 años.
- Personas con sobrepeso. Si es mayor, toma medicación o padece una enfermedad crónica, deben consultar al médico por medidas complementarias.
- Personas SOLAS y FRÁGILES del entorno, disminuidas o incapaces de adoptar medidas protectoras sin ayuda: deben recibir visitas o seguimiento al menos una vez al día por un miembro de la familia, amigo, vecino o por los servicios sanitarios o de cuidados a domicilio.
- Las personas que realizan trabajos intensos, tareas en el exterior, o actividades deportivas intensas deben reducir su actividad en las horas de máximo calor, protegerse del sol y beber abundantemente bebidas que repongan los líquidos y las sales perdidas por el sudor (agua, zumos, frutas, gazpacho, bebidas deportivas o rehidratantes…).
¿Qué problemas puede producir el calor y cómo debemos actuar?
- El calor puede producir desde irritaciones en la piel y calambres hasta un aumento de temperatura tal, que puede llevarnos incluso a la muerte si no recibimos atención médica urgente.
- Debilitamiento y modificación de la tensión arterial.
- Temperatura corporal por encima de los 40 grados puede ser de mucho riesgo.
- Reconocer la pérdida de agua y sales minerales por el sudor, si no se repone, produce síntomas como dolor de cabeza, mareos, debilidad muscular o calambres, náuseas y vómitos e incluso pequeñas elevaciones de la temperatura corporal.
- Calambres: Calambres musculares (en piernas, abdomen o brazos), sobre todo si se suda mucho durante una actividad física intensa.
¿Qué hacer?
- Parar toda actividad y descansar en un sitio fresco.
- Evitar la actividad física intensa durante varias horas.
- Beber zumos ligeros y bebidas deportivas diluidas en agua.
- Consultar a su médico si los calambres duran más de una hora.
Tener en cuenta que el agotamiento por calor
Ocurre después de varios días de calor: la sudoración excesiva reduce los fluidos corporales y la restauración de las sales.
Principales síntomas: debilidad, fatiga, mareos, náuseas, desmayo…
¿Qué se debe hacer?
- Descansar en lugar fresco.
- Cuidar la circulación del aire en el espacio.
- Beber zumos o bebidas deportivas diluidas en agua.
- Consultar a su médico si los síntomas empeoran o duran más de una hora.
Golpe de calor
Problema grave: el cuerpo es incapaz de controlar la temperatura, que se va incrementando rápidamente y puede alcanzar los 40,6º C.
Los síntomas principales:
- calor,
- sequedad y piel roja,
- pulso rápido,
- dolor intenso de cabeza,
- confusión y pérdida de conciencia.
¿Qué se debe hacer?
- Llamar a urgencias.
- Mientras se espera, enfriar el cuerpo, estar en una habitación oscura, poner paños de agua fría sobre el cuerpo o darse un baño o ducha fría. Sin ayuda médica urgente, un golpe de calor puede ser fatal.
- Las quemaduras solares se producen por el sol directo sobre la piel aunque el día no sea muy caluroso. Deben evitarse, estando menos tiempo al sol y usando cremas de protección.
Recomendaciones generales
- Realizar actividades en pileta
- Beber mucha agua o líquidos sin esperar a tener sed , salvo si hay contraindicación médica.
- Evitar las bebidas alcohólicas, café, té o cola y las muy azucaradas.
- Permanecer en lugares frescos , a la sombra y si es posible pase al menos dos horas en algún lugar climatizado.
- Tomar una ducha o un baño fresco.
- Ventilar los ambientes por la mañana o la noche.
- Durante las horas de mayor temperatura bajar las persianas evitando que el sol entre directamente.
- Evitar usar máquinas y aparatos que puedan producir calor en las horas más calurosas. A partir de los 35ºC en el interior de la vivienda, un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría.
- Hacer comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
- Usar compresas de gel congelado sobre la cabeza y cervicales para ayudar a reducir la temperatura.
- Evitar las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si las actividades son intensas. Realizar compras y trámites bien temprano.
- Si tiene que permanecer en el exterior procure estar a la sombra, use ropa ligera y de color claro, protéjase del sol, use sombrero. Utilice un calzado fresco, cómodo y que transpire.
- Si siente que necesita ayuda solicítela mientras pueda.
- Elija cuidarse, vivir tranquilo y con bienestar por sobre todo.
Aplicaciones para aplicar aprendizajes
Aplicaciones que puedes probar para administrar los momentos más favorables del día de acuerdo a las condiciones climáticas. Y otra para aprender a manejar el consumo de agua diario para estar hidratado.
Clima
App. Clima por clima.com
Te solicita ubicación para brindar información del clima por día y hora. Temperaturas máximas y mínimas por día. Lo bueno de esta app es que puede brindar la posible evolución de la temperatura de acuerdo a los diferentes horarios del día.
Enlace de descarga aquí abajo:
Consumo de Agua
App. Water Time Pro – para su salud
Te permite configurar tu género, peso y horarios para establecer metas de cantidad de agua o líquido a consumir durante el día. Te notificara con una alarma los horarios que debes consumir agua para alcanzar la meta diaria y permanecer hidratado.
Hay Varias en Google Play aquí abajo te dejamos una para probar:
Fuente
Web: Geriatricarea 15 junio, 2017. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG)