La depresión es más que sentirse triste. Es un trastorno del estado de ánimo común, pero grave, que necesita tratamiento. Causa síntomas graves que afectan lo que sientes, piensas y haces en las actividades diarias, como dormir, comer y trabajar.
Cuando tienes depresión, puedes tener problemas con la vida diaria durante semanas, meses o lo largo de toda la vida. Los especialistas llaman a esta condición «trastorno depresivo» o «depresión clínica».
La depresión es una enfermedad real. No es un signo de la debilidad de una persona o un defecto de carácter. No se puede «salir de» la depresión clínica fácilmente. La mayoría de las personas que experimentan depresión necesitan tratamiento para mejorar.
La depresión no es una parte normal del envejecimiento.
La depresión es un problema común entre los adultos mayores, pero NO es una parte normal del envejecimiento. De hecho, los estudios muestran que la mayoría de los adultos mayores se sienten satisfechos con sus vidas, a pesar de tener más enfermedades o problemas físicos. Sin embargo, los cambios importantes en la vida que ocurren a medida que envejecemos, pueden causar inquietud, estrés y tristeza.
Por ejemplo, la muerte de un ser querido, pasar del trabajo a la jubilación o enfrentar una enfermedad grave, puede hacer que las personas se sientan tristes o ansiosas. Después de un período de adaptación, muchos adultos mayores pueden recuperar su equilibrio emocional, pero otros no lo hacen y pueden desarrollar depresión.
Reconocer los síntomas de la depresión en adultos mayores
La depresión en las personas mayores puede ser difícil de reconocer porque pueden mostrar síntomas diferentes a los de las personas más jóvenes. Para algunos adultos mayores con depresión, la tristeza no es su síntoma principal. Es posible que posean otros síntomas de depresión menos obvios, pero también que estén menos dispuestos a hablar sobre sus sentimientos. Por lo tanto, los profesionales pueden tener menos probabilidades de reconocer que la persona tiene depresión.
A veces, estar deprimido puede implicar:
- Manifestar o sentir cansancio.
- Pensamientos de preocupación permanente.
- Problemas para dormir o mostrarse malhumorados e irritables.
- Pesimismo o falta de esperanza.
- Confusión o problemas de atención causados por la depresión a veces asociados a otras enfermedades como el Alzheimer u otros trastornos cerebrales, sin ser tener la gravedad de estos.
- Las personas mayores también pueden tener más afecciones médicas, como enfermedades cardíacas, accidente cerebrovascular o cáncer , que pueden causar síntomas depresivos.
- También se puede estar tomando algún medicamento con efectos secundarios que contribuyen a la depresión.
Tipos de Depresión
- Depresión grave o mayor. Implica síntomas severos que interfieren con la capacidad de trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida.
- El trastorno depresivo persistente. Es un estado de ánimo depresivo persistente, que debiera durar por lo menos 2 años, para ser considerado como tal.
- Depresión menor. Síntomas de depresión que no son tan fuertes como los de la depresión grave o del trastorno depresivo persistente y que no duran mucho tiempo.
Causas y factores de riesgo para la depresión
- Genéticos: las personas con antecedentes familiares de depresión pueden ser más propensas a desarrollarla que aquellas cuyas familias no tienen la enfermedad.
- Antecedentes personales: los adultos mayores que han tenido depresión cuando fueron más jóvenes tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión en la vejez.
- Química cerebral: las personas con depresión pueden tener una química cerebral diferente a las personas sin la enfermedad.
- Aflicción permanente.Una gran pena que se siente despuès de la pérdida de un ser querido.
- Estrés: la pérdida de un ser querido, una relación difícil o cualquier situación estresante puede desencadenar la depresión.
- Ser mujer. Ser mujer y estar en la etapa de la vejez se ha convertido en un gran riesgo en muchas sociedades,sobre todo asociados a lo económico y la violencia de género y entre generaciones.
- Tener alguna enfermedad crónica, como cáncer, diabetes, o del corazón.
- Tener alguna discapacidad.
- Dormir mal.
- Sentirse solo o estar aislado.
- Usar indebidamente las bebidas alcohólicas o las drogas.
Depresión vascular
Para los adultos mayores que experimentan depresión por primera vez, en el futuro, la depresión puede estar relacionada con los cambios que ocurren en el cerebro y el cuerpo a medida que la persona envejece.
Por ejemplo, los adultos mayores pueden sufrir de un flujo sanguíneo restringido, una afección llamada isquemia. Con el tiempo, los vasos sanguíneos pueden ponerse rígidos y evitar que la sangre fluya normalmente a los órganos del cuerpo, incluido el cerebro.
Si esto sucede, un adulto mayor sin antecedentes familiares de depresión puede desarrollar lo que a veces se denomina «depresión vascular». Las personas con depresión vascular también pueden correr el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, un accidente cerebrovascular u otra enfermedad vascular.
La depresión puede coexistir con otras enfermedades
La depresión, especialmente en adultos de mediana edad o mayores, puede coexistir con otras enfermedades médicas graves, como la diabetes , el cáncer, la enfermedad cardíaca y la enfermedad de Parkinson. La depresión puede empeorar estas condiciones y viceversa.
A veces, los medicamentos que se toman para estas enfermedades físicas pueden causar efectos secundarios que contribuyen a la depresión. Un médico con experiencia en el tratamiento de estas enfermedades complicadas puede ayudar a elaborar la mejor estrategia de tratamiento.
Todos estos factores pueden hacer que la depresión no se diagnostique ni se trate en personas mayores. Sin embargo, tratar la depresión ayudará a un adulto mayor a manejar mejor otras afecciones que pueda tener.
Síntomas comunes de la depresión
Hay muchos síntomas asociados con la depresión, y algunos varían según el individuo. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes se enumeran a continuación:
- Estado de ánimo persistente de tristeza, ansiedad, o «vacío».
- Sentimientos de desesperanza, culpa, inutilidad o impotencia y falta de autoestima.
- Irritabilidad, inquietud o dificultad para permanecer sentado.
- Pérdida de interés en actividades una vez placenteras, incluido el sexo.
- Disminución de la energía o fatiga.
- Percepción de disminución del movimiento o hablar más despacio.
- Dificultad para concentrarse, recordar , tomar decisiones.
- Dificultad para dormir, despertarse temprano por la mañana o dormir demasiado.
- Cambios en el apetito o el peso, sin proponérselo.
- Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio.
- Dolores o molestias físicas, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física clara y / o que no se alivian con el tratamiento.
- Llanto frecuente.
Tratamientos para la depresión
La depresión, incluso la depresión severa, puede ser tratada. Si cree que puede tener depresión comience por:
- Hacer una cita para ver a su médico de cabecera.
- Realice un examen médico con revisión física ya que ciertos medicamentos y algunas afecciones médicas pueden causar los mismos síntomas que la depresión.
- Si el médico no puede encontrar una condición médica que pueda estar causando la depresión, el siguiente paso es una valoración psicológica.
- Solicite una valoración psicológica o psiquiátrica. Consistente en una serie sistemática de test y pruebas que brindarán un diagnóstico.
- Superar esta enfermedad implica compromiso para prestar consentimiento y adherencia al tratamiento.
- Apoyo social y afectivo del entorno con una escucha atenta permanente.
Las opciones de tratamiento son diferentes para cada persona y, a veces, se deben intentar múltiples tratamientos para encontrar uno que funcione. Es importante seguir intentando hasta que encuentre algo que funcione para usted.
Las formas más comunes de tratamiento para la depresión son la medicación y la psicoterapia. Pero es fundamental que se comience una exploración sobre aquellas actividades que pueden ser de interés y satisfacción y que estén vinculadas a un proyecto de envejecimiento activo y saludable.
Prevención de la depresión
¿Qué se puede hacer para disminuir el riesgo de depresión? ¿Cómo pueden las personas hacer frente a este problema? Hay algunos pasos que pueden tomar:
- Trate de prepararse para grandes cambios en la vida, como la jubilación o la mudanza de su hogar durante muchos años. Mantenga contacto con la familia. Hágales saber cuando se sienta triste, sin ganas ni interés por nada. Comparta información sobre cambios en la medicación o tratamientos.
- Busque o pida ayuda. El acompañamiento de un terapeuta con formación psicogerontologica posee las herramientas competentes para ayudarle.
- Desarrolle una amistad de un par sobre la base de una escucha y una compañía afectiva.
- Pase tiempo con otras personas y hable con alguna de confianza sobre sus sentimientos.
- Socialice las decisiones importantes con personas que lo conozcan bien. No tome decisiones apresuradas.
- El ejercicio regular también puede ayudar a prevenir la depresión o mejorar su estado de ánimo si está deprimido.
- Elija algo que le gusta hacer al aire libre. Estar físicamente en forma y comer una dieta equilibrada puede ayudar a evitar enfermedades que pueden provocar discapacidad o depresión.
- Divida las tareas grandes en tareas más pequeñas y haga lo que pueda cuando pueda. No trate de hacer demasiado a la vez. Evite una auto-exigencia desproporcionada.
- Aprenda habilidades para regular los pensamientos de preocupación recurrentes.
¿Cómo puedo ayudar a alguien con depresión?
- Ofrecerle apoyo y compañía, demostrar comprensión, practicar la paciencia y darle ánimo.
- Ayudarle a organizar actividades preventivas y recordatorios importantes, ya que quizás se puede tener confusión y dificultad para pensar con claridad.
- Hablar y escuchar con tiempo y atención.
- No pasar por alto comentarios sobre suicidio y poner en conocimiento de las personas competentes.
- Ayudarle a acceder a un profesional y servicio de acuerdo a sus posibilidades y adecuado para su estado.
- Invitar a realizar actividades al aire libre o de interés y placer.
- Recordar que con tiempo y un tratamiento adecuado es posible superar la depresión.
- Buscar una cartilla de servicios e instituciones con actividades de envejecimiento activo y saludable que incluya actividades grupales que incluyan tareas para estimular lo físico, la autoestima y la activación cerebral.
- Estimular las habilidades sociales y de resolución de problemas.
- Realizar ejercicios compartidos de escritura y lectura compartida de narrativa de autobiografías.
- No hacer juicios de valor y revisar permanentemente los pre-jucios sociales en torno a la vejez y la enfermedad.
- Educar para dar gracia por la vida y disfrutarla.
Fuente
National Instute on Aging
https://www.nia.nih.gov/health/depression-and-older-adults
Departamento de salud y servicios humanos de los Estados Unidos.
http:www.nimh.nih.gov/healt/publications/espanol/index.shtml